viernes, diciembre 02, 2005

Las Mujeres Embrujadas de Esperanza (parte #8)


"Cuando alguien está seguro de su cordura puede hacer mofa de los locos. Cuando alguien no lo está, busca en ellos características comunes, para corroborar su estado de demencia."

Andrés todavía tenía ese susto prolongado, solo que ahora, como se las tiraba de investigador, tenía su cabeza ocupada, además, pensaba que ese susto ya era parte de él. No era de esperarse que alguien como Andrés dudara de su cordura, ya que cuando uno se mete en los pensamientos y ellos parecen tener vida propia, ajena a la de uno, se empieza a modificar la realidad. Sus ansias de conciencia se debía claramente a su miedo a perder la cordura, ya que cuando uno vive en su propio mundo, y este parece ser fantasioso, sin historia, se vive en los sentimientos, los impulsivos, esos que no necesitan historia. Esa libertad impulsiva lo estaba matando. Lo hacía esclavo del mundo, y ponía su mente a merced del entretenimiento, huyendo desesperadamente de las responsabilidades abandonadas por las decisiones impulsivas. No existe irresponsabilidad, ella está ahí esperando, nada más, para ser asumida, esperando, en algunos casos, a ser asumidas con sus propias vidas. Muero como viví.
Cuando llegó la incertidumbre de su propia cordura lo puso nervioso por el hecho de que algún doctor interno lo viera y ordenará su inmediato internamiento. El lugar resultó fascinante. Se podían ver seres humanos caminando sin rumbo, como carritos chocones. Esa fue la primera impresión, una tremenda soledad. Primer síntoma común. La entrada carcelaria, gritos extraños ajenos, personalidades ajenas, doctores asustados, y locos por conveniencia era el cuadro principal que se pintaba cuando Andrés esperaba su turno para ingresar al recinto.

_Si, venía para ver si me podía dar una cita con Alberto, dijo Andrés.
_Alberto, el viejito inverso, dijo la Enfermera entre risas disimuladas, vamos a darle un golpe para agarrarlo al derecho, concluyó.
_ Si ese mismo, soy sobrino de un amigo del él de la infancia, dijo Andrés.
_Espérese ahí en la sala yo le aviso, dijo la Enfermera.

Cuando alguien está seguro de su cordura puede hacer mofa de los locos. Cuando alguien no lo está, busca en ellos características comunes, para corroborar su estado de demencia. Así estaba Andrés de atento. Diez minutos después la enfermera lo llamó, y dos enfermeros robusto, lo dirigieron a la puerta de entrada. La puerta era metálica, y tenía dos picaportes con candados y un llavín viejo, se podía ver poco hacia adentro por la estrechez de los barrotes. Después de cinco minutos de intentos para dar con las llaves (era una llavero gigantesco), se abrió la puerto, y quedó a la vista un mundo de locos.
Habían mujeres de playa, vestido de baño puesto, anteojos de sol, paño colorido en el piso, unas de espaldas y otras de frente, recibiendo el sol emitido por los fluorescente dobles de los pasillos. A la par de ellas libros, como sucede en la vida real, para leer mientras reciben el sol, y una botellita de agua, y otra de aceite de coco.

_Es que están de vacaciones, dijo uno de los Enfermeros.

Pasaron entre las mujeres, y en el trayecto se podía ver cuartos abiertos, y otros semiabiertos. Andrés volvía a ver de lado a lado los locos. Habían locos felices, y locos tristes. Los felices no tenía plan de escapar. Los tristes tenía un grado de conciencia mayor, leve por supuesto, más que todo, estaban así debido a la nostalgia. Habían dos clasificaciones de locos. Los locos orgánicos, y los locos por vocación. Los locos orgánicos eran aquellos que debido a una contusión, enfermedad, cambio químico había perdido la lucidez. El encefalograma muestra claramente zonas del cerebro donde hay una actividad anormal. Además otras zonas donde la actividad es nula. Estos son tratados por los neurólogos. Los locos por vocación no saben distinguir entre la realidad y la fantasía por decisión propia, por una cadena de malas decisiones. Los encefalogramas no muestran actividad atípica. Estos eran tratados por siquiatras y sicólogos. Los locos orgánicos, usualmente, eran los locos felices, y los locos por vocación los tristes.
Llegaron al final de pasillo, y el enfermo abrió la puerta al patio. Era muy grande, deambulaban los locos de un lado a otro. El patio tenía varios árboles, jardines y espacios para juego. Debajo de cada árbol había una baquita de madera color blanco para dos personas. Como a cincuenta metros, en una esquina, había un árbol de guanacaste donde se podía ver un viejo jorobado, de espaldas, con las manos en las rodillas y en aparente sueño. Un de los enfermeros señalo al viejo.

_Ese es Alberto, vaya hable y nosotros los esperamos aquí, y nos avisa cualquier inconveniente, tiene media hora, dijo el enfermero.

Andrés partió, con la cabeza abajo y las manos en las bolsas. Los enfermeros los vieron, y vieron alrededor y caminaban igual. Pasos cortos y rápidos, como llegando rápido pero lento. No querría ver a los lados. Llegó. Se quedó inmóvil atrás de él pensado en la primera frase que saldría de su boca, sacó su mano de la bolsa y toco el hombro del viejo.


Después del largo viaje, entre aquellos buses nostálgicos, puso los pies en tierra y sintió subir por su cuerpo sus deseos más instintivos y carnales. Las amigas tenían un brillo diabólico y se veía claramente la conexión satánica, sincronización perfecta entre aquellas perversas mentes. En el camino sentía una soledad tremenda, provocada simplemente por la ola de desconocidos que no le prestaban atención. El olor a sudor era tan fuerte que el olor a rosas se trasformó en vómito de papaya, aun cuando se aplicó cinco gotas antes de subir al primer bus. Solo sus ojos mostraban su verdadera alma negra, ya que su cuerpo y movimientos parecían normales, como de niña perdida.
Apresuradamente Diana corrió a saludarla, simple sin maquillaje, y la recibió con un abrazo fraternal, donde pasaban miles de imágenes del pasado, todas relacionadas con su actividad nocturna. Le dijo al oído: “ya llegaron”. La sonrisa de Juana empezó a brillar sobre esa cáscara hipócrita. Instantes después oyó un ruido necio que se revolcaba entre utensilios de belleza y monedas, sobros de los cuatro pasajes. La llamaba el extranjero. Al ver el número que sabía, sentía, apagó el celular con dos fuertes impulsos del pulgar derecho. Era ese necio. El extranjero estaba impaciente por demora y sentía la necesidad biológica de llamarla y oír su voz, aunque sea fría y desinteresada. Esos instantes eran eternos, y lo hacia moverse de un lado al otro con un cigarro gastado.
Ellas la acompañaron hasta la casa, donde se sentaron por medía hora a resumir los acontecimientos de Esperanza, donde Juana Viale sentía un dolor interno provocado por su vida de miseria en la ciudad. Cuando se fueron, sus padres la recibieron con muchos regalos conmiserados, todo lo que ella adoraba, ropa, zapatos, suertes, y citas con la estilista para masajes, corte de pelo, y maquillaje a placer. Ese era el protocolo de salida, todo lo que ella necesitaba para poder luchar contra sus colegas en la caza nocturna.
Dentro de sus contrincantes estaban sus amigas. Lo de Diana era simple, era una Diosa, no necesitaba mucha ayuda celestial para poder hacer de sus fechorías, y la hacia sentir mal ya que siempre se llevaba al mejor prospecto, y en ocasiones sin ayuda.
Empezó a caer la noche y las llamadas empezaron a caer una a una. Era una red asombrosa, en cuestión de minutos se organizaron todas para la salida. Cuando llegó el carro Juana estaba lista. Antes de salir decidió hacer la llamada, antes que el extranjero saliera en su locura en busca de ella, y consulto el plan redactado la semana anterior. Utilizaré uno tradicional, dijo Juana, buscó en la lista de salidas nocturnas y escogió uno que lo dejara dormir tranquilo. “Cumpleaños de una compañera de colegio”.

_Alo como estás, vieras que llegue bien pero me llamó una amiga del colegió y me invito a la fiesta que le hicieron los papás en su casa, ya iba de salida, Dijo Juana.
_¿Por qué no me llamaste antes?, estaba muy preocupado mi amor, dijo el Extranjero.
_Bueno te dejo, que están esperándome mis papas afuera para llevarme, apenas llegue a la casa te llamo, Dijo Juana.
_¿No te vas a llevar el celular?, dijo El extranjero.
_No vieras que la pila está baja, y lo voy a dejar cargando, dijo Juana.
_Bueno cuídate linda, ahí voy a estar esperando la llamada, dijo el extranjero.

Esa corta llamada dejo al extranjero en un estado vegetativo. Lentamente la falta de ella y el desinterés provocado por la frialdad de la llamada lo hizo volar y lo puso ansioso. Encendió un cigarro y su mente enferma empezó a imaginar todas las situaciones posibles, por lo que decidió utilizar medios de inconciencia para poder conciliar el sueño.
Ella tranquila y feliz, empezó su fiesta ayudada por las cuatro gotas de rocío. Decidió esta dosis porque sabía, por lo que contó Diana, que el bufete era de cuatro estrellas, además sabía que en la actividad no había gente conocida, era una fiesta privada en una disco alejada del centro de Esperanza. La entrada era pomposa, un camino oscuro alumbrado por mechas de fuego, y al fondo un edificios de una sola planta donde se percibían luces de colores que salían de las ventanas. A los lados muchas busetas turísticas donde descansaban los chóferes hasta cuando los extranjeros decidieran partir al hotel. Sus bocas empezaron a salivar, mientras se volvían a ver sonrientes unas a las otras.


Continuará...

Pablo Andrés Quirós Solís
Viernes 2 de diciembre del 2005

viernes, noviembre 18, 2005

Crónicas de marcha contra el TLC

Lencho, Osito, y Sarita

El pasado Jueves 17 de noviembre se realizó un manifestación masiva contra el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos de América (TLC). En esta marcha se unieron por primera vez en meses, o años, varias instancias publicas, como, Universidades (UCR, ITCR, UNA), ICE, AyA, y varios sindicados de trabajadores, donde en la mayorías de los casos no son presas de la burocratización, que desvían la representación de los trabajadores por la de intereses personales, provocado por su distanciamiento de las bases. Este ejemplo lo podemos ver en el conflicto resiente de ASTRAA, sindicato de trabajadores del AyA, donde sus trabajadores se sintieron traicionados cuando sus representantes del sindicato, no consultaron con sus bases para tomar la decisión en la negociación con el gobierno. Esta poca democracia en los procesos de lucha es la causante de generar apatía de los ciudadanos ante los sindicatos, ocultando, dejando en segundo plano, las conquistas históricas en la lucha de clases. Nuestro sector, el Universitario se dio cita en el pretil de la Universidad de Costa Rica (UCR), donde llegaron grupos de otras universidades, y otras organizaciones gubernamentales.

Camino a San José, San Pedro

En Bici, quien iba a creer que andaría en Bicicleta por el Centro de San José

Como siempre a pasado, los medios de difusión masiva hicieron bien su trabajo de desinformación, y vulgarización de nuestra lucha. No importa. Nuestra Costa Rica, gracias a su historia de lucha por la educación no come cuentos baratos. Algunos siguen en ese mundo de fantasía de la imagen, pero no son mayoría, y nosotros los estudiantes, tenemos la obligación civil de rescatar esos obreros adormecidos por cuentos irrealizables, cuentos irreales. Nuestras ideas, en la mayoría revolucionarias, tiene que ir a la acción, no dejarlas como simples ideologías conmiseradas, mártires del alma, tenemos que ser congruentes con nuestro pensamiento.

Camaradas de Izquierda Unida, Yo, Miguelito, y otros

La marcha partió de la UCR, por ahí de las diez y cuarto, donde nos unimos a los compañeros de las otras instituciones en la capital, camino a la Asamblea Legislativa, para protestar al frente de la burguesía parlamentaria, y unos escasos pequeños burgueses (reformistas, algunos de ellos están en contra el Tratado). Algunos de ellos hicieron discursos en una pequeña tarima improvisada al frente del plenario, donde, obviamente, solo ellos hablaron, y algunos estudiantes oportunistas. Tenemos que llamar a la unidad, ya que las circunstancias obligan a la unión de aquellos que compartan nuestra preocupación inmediata, que es la ratificación del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos.
Mamá de Alvaro, al fondo, Eugenio Trejos, Rector del ITCR

Salgamos, compañeros, es ahora cuando tenemos la obligación de defender nuestra soberanía, por el bienestar de nuestros hij@s y las futuras generaciones, no somos “bochincheros, peloteros” somos poseedores de un conciencia real, basada en la historia, no en idealismo conmovedores construidos sobre bases faltas sin fondo ni forma. Queremos motivar a la formación de opinión, no mediante al temor de ser despedidos (como se ha comprobado en fabricas de empresas privadas, donde se pasó un comunicado para la marcha de la otra semana a favor del TLC, donde personas humildes salen a luchar por el lucro de dos o tres personas, en su mayoría extranjeros, dueños de estas maquilas). La verdadera opinión es esa que nace del pueblo, no impuesta al pueblo, esa que garantiza la verdadera democracia. Formemos opinión, leamos, hablemos con conocedores, pensemos nosotros mismo.
¡Sin palabras: "TALAMANCA PRESENTE"!!!!


Yo defiendo lo que pienso, pero es lo que pienso, y se me tiene que respetar, porque tengo los argumentos para defenderlos, respeto aquellos que defienden lo que piensan, repudio aquellos que defienden ideas vendidas, sin ningún argumento que las respalden, por pereza mental, que prefieren confiar ciegamente en figuras, en sonidos, y escenasrepudio aquellos que quieren que luchen su lucha, los oportunistas, que saben, tiene su opinión, pero no la practican, quieren que luchen su revolución, los cobardes.

Buena Foto, apenas para un Afiche

Pablo Andrés Quirós Solís
Viernes 18 de noviembre del 2005

martes, noviembre 15, 2005

Las Mujeres Embrujadas de Esperanza (parte #7)




"Según cuenta la historia, un día conoció a una muchacha, y con solo un beso en la mejilla calló en coma, y cuando despertó, hablaba todas las palabras al revez, nadie le entendía(...)"




¿Quién era Lucrecia Borgia?, Andrés se preguntaba. Después de leer las cartas siguió con la búsqueda pero no encontró a simple vista nada que relacionado con Lucrecia. Su abuela, había muerto hace muchos años, de una enfermedad extrañísima que hacia que las personas se rascaran mucho la cabeza, dejaran de comer, y atentaran con la vida de sus cónyuges. Nadie supo como ni porque le había dado esa enfermedad. El abuelo en esos tiempos, le contaba su mamá, había partido hacia un pueblo muy lejano, donde solo se podía llegar a caballo dentro de la montaña, el decía: “Carmen está muy loca y se imagina muchas cosas, a veces, me reclama cosas extrañísimas y me quiere matar, me voy, me voy por un tiempo”. No podía ser la abuela, por lo que decidió preguntarle a su mamá cuando era más sincera, mientras cocinaba.

_Mamá, quería preguntarle algo del abuelo, Dijo Andrés.
_Que será, decime, Dijo la Mamá.
_¿Usted vio lo que tenía en el pecho?, dijo Andrés.
_Si, el tatuaje, supongo que tienes curiosidad de saber quien es Lucrecia Borgia, ya que mi mamá se llama Carmen, y no Lucrecia, ¿verdad?, Dijo la Mamá.
_Si, tengo curiosidad. ¿Usted conoce a Lucrecia Borgia?, Dijo Andrés.
_No se quien es, cuando mamá murió, el llego con de su viaje con eso en el pecho. El decía: “Es un espíritu que me protege de las enfermedades, me lo puso un medico brujo”, pero yo nunca me trague ese cuento, era otra, yo se que si. Dijo la Mamá.
_Mamá, donde queda ese pueblo donde iba el abuelo, Dijo Andrés.
_No se, pero talvez Alberto, su amigo, sepa donde queda, Dijo la Mamá.

Andrés vio el dolor de su madre al contar la historia, y decidió para de preguntar. Tenía una mirada perdida y penetrante, provocada por el dolor nostálgico de los recuerdos de su madre. Alberto era un viejo de alrededor 90 años, que vivía en el asilo de loco de la capital. Según cuenta la historia, un día conoció a una muchacha, y con solo un beso en la mejilla calló en coma, y cuando despertó, hablaba todas las palabras al revez, nadie le entendía, en cualquier momento se le iban “los fuses”, caía repentinamente y empezaba a hablar al derecho. Los médicos tuvieron que amarar varias almohadas en la espalda y el pecho, para una eventual caía, ya que el hombre detestaba las sillas de ruedas. Andrés emprendió el viaje al Capui, el asilo de locos, pero no sabía lo que le esperaba.

El plan tenía dos propósitos generales, uno, mantener su extranjero, dos, lujuriar a placer sin alterar el punto uno. Se presenta el primer inconveniente para el diseño del plan, tiene que evitar que su amante no caiga en las garras del embrujo.
Eran días de noviembre, cuando la lluvia cae, y el frío abunda, esos días melancólicos para cualquier enfermo mental. El extranjero estaba en lo suyo, que prácticamente era lo de ella, pero ya sentía venir el pavor de los días festivos. Contrariamente para Juana, estos días eran ideales para implementar su plan, ya que, en Esperanza arriban cardúmenes de extranjeros de todos los colores y sabores.
Ese martes maldito se sentó sola en el escritorio de su apartamento, a saborear con su mente perversa, los cuerpos de hombres, mientras él, veía las estrellas desde su casa, pensando en ella, en los momentos pasados, en Esperanza, aquellos días que la probó por primera vez. El plan tenía dos grandes secciones, una dedicada exclusivamente al extranjero, con una sección de excusas, todas verdaderamente válidas, para escapadas nocturnas, y una sección de palabrerías mañaneras con el fin de justificar lo anterior. El día estaba tan feliz que pudo captar unas verdaderamente asombrosas, que más bien hacia sentir culpable al extranjero por dudar por un instante. Eran perfectas. La segunda sección eran protocolos de cotejo, según el perfil de la victima. Estos protocolos eran muy generales, al final de estos, como aplicarlos en bailes, las bibliotecas, en los buses, piscinas, viajes, y un sin número de lugares increíbles, como por ejemplo una procesión religiosa de semana santa. Ella sabía que el documento era verdaderamente peligroso en las manos de cualquier hombre, por lo que decidió guardarlo celosamente de sus mejores amigas, familiares, y más aun del extranjero y cualquiera de este genero.
Tenía que resolver el asunto del enamoramiento (Apéndice I), por lo que en esos últimos días universitarios empezó a probar dosis, con los siguientes resultados:

  • Dos gotas de rocío de rosas: miradas de reojo con sonrisas esporádicas.
  • Tres gotas de rocío de rosas: miradas penetrantes con alteración del sistema locomotor.
  • Cuatro gotas de rocío de rosas: presentaciones aleatorias alegando conocerla y, en algunos casos, declaraciones de amor incondicional (y en casos extremos proposiciones de matrimonio).
  • Cinco gotas de rocío de rosas: penosos actos de locura (como por ejemplo, arrodillamientos callejeros, persecución, etc.).

Ella escogió aplicar la dosis dos y tres (tres y cuatro gotas) según la lejanía del extranjero, la cantidad de personas conocidas, y lo guapo que esté el muchacho. Veamos la formula aplicada en el siguiente ejemplo:
  • Lugar: Esperanza.
  • Cantidad de personas conocidas: 5.
  • Guapez del muchacho (del 1 al 10): 9.
El lugar está bastante largo, en caso de que el extranjero se quede en casa, la cantidad de personas conocidas es medianamente aceptable, por último el muchacho esta bastante bueno para ella, por lo que decide aplicarse cuatro gotas de rocío. En algunas situaciones sale con dos gotas puestas, por lo que de emergencia, acude al baño y aplica dos gotas más.
Todo estaba listo, duró en la redacción, una semana y dos días, más que todo por las pruebas de campo, pero tenía que ponerlo en práctica, por lo que dejo varios trabajos de fin de semana, para acudir a aplicarlo ese fin de semana, en Esperanza, ya que Diana avisó que había llegado una cardumen de Españoles y Italianos, y se oía que había fiesta de bienvenida. Tenía que cerciorarse antes de ponerlo en práctica ese fin de año. Salió el viernes, apresuradamente, después de clases, y tomó los cuatro buses para llegar a Esperanza. Cuando llegó a Esperanza la esperaba Diana, y otras amigas.

Continuará...

Pablo Andrés Quirós Solís
Martes 15 de noviembre del 2005

martes, octubre 25, 2005

Las Mujeres Embrujadas de Esperanza (parte #6)


"Y antes que el carmín de la mañana caiga sobre tu piel de zapatos finos, veré nacer dentro ti amor, el fruto de nuestro amor. Tu heces."

El cuarto olía a almohada húmeda, la cama era un adorno, ya que parece más cómodo dormir de pie en bus bajo la lluvia, tenía un colchón petrificado por el sudor. Las colchas servían de filtro para el café, estaban todas amontonadas en una esquina. Al lado de la cama una mesita abarrotada de libros, con una lámpara que salía del montón como chinas buscando luz. Había prendas de ropa tiradas aleatoriamente por todo el cuarto, debajo de la cama, pantalones de 1980, con olor a barro y piel. Al frente de la cama el closet de dos puertas, como padre abriendo iglesia. Al lado del closet, un escritorio con una máquina de escribir y varias hojas medio escritas esparcidas, al frente, un ventana con vista al patio. El cuarto era tan pequeño que si abría la puerta derecha del closet, tenía que quitar la silla del escritorio, y si abría la izquierda tenía que mover la mesa de noche, lo cual era imposible, lo que explica porque el abuelo usaba de closet todo el cuarto, más cuando se tiene parkinson y tic’s nerviosos. Los espejos hacían que le cuarto pareciera mucho más grande, sino el abuelo hubiera muerto muchísimo antes por claustrofobia. Andrés estaba sorprendido, el nunca había entrado al cuarto, sentía la misma curiosidad de guila en museo criminológico, fascinación y miedo. Ahí estaba, parado en medio del cuarto con el pulso acelerado, pensando en la vaca asesina y el abuelo suicida. Donde empezar, decía por dentro y por fuera, estiró las dos manos y miró al techo. Los espejos del techo reflejaban el desordenado escritorio.
Las cartas, eran nueve, escritas en un papel amarillento que hacía pensar que fueron encontradas en una botella en el mar. Empezó a leerlas una a una, sentado en la silla incomoda del escritorio, tenía la sentadera con forma de culo esquelético. Eso no importaba, ni el olor, ni la estreches, ni los sustos de verse cuatro veces en cada pared deformado por los espejos viejos, estaba tan metido en el pasado más reciente, el de las cartas, que no pudo tener miedo. Seis de las nueve cartas eran intentos, nada más. La poca fuerza del abuelo les dio el chance de morir sin arrugarse. De las tres restantes dos eran poesías, una llamada “Oda a la Maldita Desalmada” y la otra “Come mis Verdes Prados”. La carta restante era desconcertante. Era dirigida a Lucrecia. Andrés, al leer, supo inmediatamente que el abuelo tenia un obsesión extraña con las vacas, talvez porque sabía la verdad y nunca quiso seguirla.

Oda a la Maldita”.
Oh maldita desalmada, muérete conmigo, junto a mi sombra.
Huele mi corazón verde odio para que te den ganas de comerlo.
Pásalo por donde quieras, tarde o temprano seré excremento para tu pies.
Y yo feliz de ser pisado, y así, hacer tus pies malolientes,
Para que nadie te huela, te lleve y te bese.
Adiós maldita
.

La leyó como diez veces. Te odio. Sintió la herida al rojo vivo, no por el abuelo, ni por Lucrecia, sino por él y su maldita. La segunda era la del suicidio, así lo interpreto Andrés entre llantos personales.
“Come mis Verdes Prados”
Aquí lo tengo, debajo de la piel.
Atrévete, no seas cobarde, es de color verde musgo.
No te escondas en cuerpo de vaca, que te puedo oler.
Llévatelo que estorba y duele.
Son verdes prados aprisionados y compactos,
Muertos por tu boca.

Estaba loco. El abuelo alucinaba con Lucrecia Borgia personificada en un vaca, y eso lo llevó a morir entre sus pesuñas. Quería sentir sus delicadas caricias, ella nunca le daba afecto.
La carta del abuelo era dirigida a Lucrecia Borgia, su Lucrecia Borgia, la vaca . Andrés vio sus esperanza derrumbarse, una vez más, el abuelo no supo resolver el asunto de la vaca, si no que lo volvió loco, el sabía la raíz de sus problemas, tenía conciencia sobre ella, y no pudo.


___________________________
Día de Hoy, Hace como calor mi amor,
del año después del Anterior, o sea este año.

Estimada Lucrecia Borgia:

Hoy, me volviste a ignorar. Dejaste que te tocara las ubres, pero como siempre la indiferencia de tus ojos redondos me decía que no disfrutabas el momento. Ya sé, ya sé, era temprano, pero ni un beso al verme! Cuando me miras, así, si como así, exacto así me vuelves loco, pero de los que no se dan cuenta que están locos, y como yo creo que no soy loco entonces si soy de los anteriores. Y antes que el carmín de la mañana caiga sobre tu piel de zapatos finos, veré nacer dentro ti amor, el fruto de nuestro amor. Tu heces. Desde hace tiempo que la guardo en la bodega, para que veas cuanto te quiero. Han nacido horrendos hongos de amor, si esos que te doy toda las mañanas, te ponen tan feliz amor. Ves, ves que si te quiero, y tu nunca me lo agradeces, mala mujer. Siento como una presión en mi pecho, creo que estoy tan enamorado que te voy a regalar mi corazón, ya lo tengo todo planeado, espero que con esta prueba aceptes por lo menos una olidita de aquellas de antes, de tu piel, si, si por favor. Me hacen falta tu olor, ese que hizo que hiciera lo que se suponen que ya olvide, porque te voy al olvidar en serio, y para siempre. Disfruta esta carta, porque las anteriores te las comiste muy rápido, cómela más lento para que saborees todos los detalles.

Cuídate, te llevo dentro de mi establo amor. Adiós. Chao.

Att. Albertino Solís
PD. O como tu me dices amor, muuuuuu.
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Juana Viale tenía un concepto de hombre perfecto que garantiza su hegemonía, aunque signifique esclavitud y tortura para su extranjero. Lo soledad de Juana se resolvía así, como dictadora, libertad a costas del sufrimiento. El extranjero se regía bajo el régimen del terror. El miedo nos hace esclavos, siempre y cuando no sea un miedo instintivo, de los que nos salvan la vida, como miedo a tirarse de un puente, o miedo a cruzar la autopista a las seis de la tarde. Pero con solo un olidita a ese perfume de rosas, me aguanto, decía el extranjero. Juana se empezó a dar cuenta de los otros vicios del extranjero, y tuvo envidia. Su hombre perfecto no tiene vicios, no sale, no fuma, no toma, asiste a la iglesia, le cocina, le caricia (cuando ella quiere), la invita a salir, la lleva, la trae, y cualquier cosa que altere esto se tiene que cambiar, y se cambia, porque si no “te dejo”, decía Juana Viale. El extranjero, drogado por esos ojos vivos y desinteresados (a no ser que quiera algo), lo hacía por amor (o sea, por miedo). Ya había pasado más de seis meses, y Juana sufría. Su pueblo, Esperanza, estaba abarrotado de extranjeros, miles y miles de ellos aglomerados en un pequeño territorio mágico. Sus amigas contaban historias increíbles, de extranjeros perdidos que hacía lo que fueran por ellas. La mejor de las amigas se llamaba Diana, no ayudaba en nada a su amiga. La hacía sentir miserable, Juana solo tenía a un mísero extranjero, mientras ella coqueteaba con dos o tres a la ves. ¡Que envidia! ¡Y todos europeos!, decía Juana. Diana, perdida en su vida fantasiosa, satisfacía sus instintos a placer, aparentaba ser libre de escoger a su antojo, por el más guapo, el más fuerte, el menos feo, el deportista, el alpinista, cualquiera. Hasta que conoció a Alberto. Alberto había tenido un accidente de pequeño, cuando salió precipitadamente a recibir a su papá del trabajo y olvidó tres gradas, lo cual fracturó su nariz y perdió el olfato. El olfato permitía que el síndrome ingresase al sistema, como piedra de crack, al instante. El tenía un sistema de mariguano, era drogadicto, pero su droga no era tan dañina como la piedra. La frustración de Diana, se basaba en la impotencia que tuvo ante él, nunca había sentido tanto desprecio, es más, nunca había sentido desprecio. Cuando hablaba con Juana, le pintaba su vida desenfrenada como feliz y placentera, mientras en realidad vivía frustrada por aquel amor no correspondido. Juana tenía que buscar otro extranjero, no bastaba el suyo. Este plan implicaba dosis grandes de rocío de rosas, tenía que producir más, cueste lo que cueste, y el extranjero, en un camino seguro al suicidio. Empezó a diseñar su plan, con lujo de detalles.


Continuará...


Pablo Andrés Quirós Solís
Martes 25 de octubre del 2005

martes, octubre 18, 2005

Teoría de la Atracción de Cuerpos en el Mar

Figura 1 - Criminal , Alguaro y Nochis, etapa de recolección de información.

Nos encontrábamos, hace ya algunos meses, reunidos varios científicos en Puntarenas conmemorando la llegada de un prestigioso científico de la universidad Supeléc (Ecole Superieure d'Electricite) de Francia, Alguaro Arguello. El estudio no fue planeado, lo admitimos con toda sinceridad, ya sumergidos en aguas salinas broto empíricamente todas las pruebas que nos han llevado a curiosas conclusiones. Estábamos tranquilamente apreciando el mar, sentados en la arena, cuando decidimos introducirnos al mar. El señor Don Chas (Eddie Marchena), desistió de la idea (no sabe nadar el baboso), y decidió meditar en solitario. Mientras estábamos en el mar, constatamos tres elementos femeninos (simétricos) que se acercaban poco a poco hacia nosotros por alguna razón misteriosa. Momentos después los elementos femeninos desviaron su curso, y se dirigieron hacia otros elementos masculinos (simétricos). Consternados, constatamos que la corriente que atraía las mujeres se desvió con la introducción de los elementos masculinos al agua, aquí nació la sospecha. Utilizaremos un vocablo científico para referirnos a los sexos, denominando como simétrico a los cuerpos perfectos que emanan belleza, y asimétricos a los cuerpos inversos de los simétricos (los realmente feos), los cuerpos semi-simétricos deambulan entre estos dos extremos (dependiendo de la necesidad). A continuación introduciremos los científicos participantes en el estudio:

Alguaro Arguello
Físico Nuclear.
Físico Quántico.
Fundador de la Teoría Etílica del Aguante Borrachin.
Especialistas en Corrientes Submarinas en Cuerpos Femeninos.







Pablo Quirós
Sociólogo, Filósofo, Mariguano, sicoanalista y Poeta.
Maestría en Comportamiento Humano en Zonas Tropicales (con poca ropa).
Especialista en Comportamiento Humano.







Eddie Marchena
Físico Quántico.
Doctorado en Física Astroespacial con Énfasis en Relatividad.
Especialista en Rotación Espacial de la Tierra y su Influencia en las Mareas.








Adrian Murrillo
Biólogo Submarino Nuclear de Manglares Solares.
Maestría en Cuerpos Flotantes en Aguas Salinas.
Especialista en Belleza de Cuerpos Simétricos.








Jumín Gomae Terna
Doctor de la Relatividad del Fondo Blanco.
Maestría en Alargue de la Vida de Cuerpos Sumergidos en el Alcohol.
Especialista en Etílica Farmacéutica.








Método Sicoanalítico, Influencia Subconsciente de los Cuerpos al Mar
Pablo Quirós


Este pequeño estudio sicoanalítico del comportamiento Humano nació hace muchos años cuando Freud desarrollo su teoría del subconsciente, que radica en que los seres humanos se rigen principalmente por el subconsciente. Mediante métodos sicoanalíticos se puede sacar a flote explicaciones a comportamientos humanos, antes desconocidos. Veamos la figura 2.

Figura 2 – Como los seres Humanos somos atraídos al mar por el subconsciente. En la figura, cuerpo simétrico, tomada como muestra al azar.

Los seres Humanos somos atraídos hacia el mar por las siguientes razones:

· Buscamos nuestros orígenes, nacimos del mar (teoría de la evolución, Darwin).
· Mayor cantidad de cuerpos semidesnudos, teoría de la atracción sexual y reproducción humana.

Hemos analizado varias propuestas teóricas pero hemos llegado a la conclusión que estas recaen sobre las hipótesis planteadas anteriormente. Unas de estas, fuertemente defendidas por algunos sectores de la población son la siguientes:

· “Voy al mar para broncearme”: Desea ir al mar, porque considera que con la piel morena puede atraer otros humanos, cae sobre la hipótesis 2.
· “En el mar la vida es más sabrosa”: al parecer existen muchas razones por las cuales podría ser más sabrosa la vida en el mar, las cuales recaen fuertemente por la actividad sexual que en el se desarrolla, cae sobre la hipótesis 2.

Se ha visto casos por los cuales los seres humanos no frecuenta el mar, se concluye que estas anormalidades se deben a traumas sicológicos sufridos en la niñez. En su gran mayoría por aberraciones sexuales. También se han visto casos de humanos con imposibilidades físicas, de orden sexual, que no presentan su natural inclinación de búsqueda marítima.

Cómo los Cuerpos Femeninos Circulan con Mayor Facilidad
Alguaro Arguello

Figura 3 – Pruebas de campo, conduciendo el balón (recopilador de partículas terrestres).

Ya aclarado el panorama sobre la razones por cual los seres humanos llegan hasta el espacio físico de nuestro estudio podemos continuar con nuestro análisis. Se detecto, empíricamente primeramente, que los cuerpos femeninos de orden simétrico tiene mayor facilidad de circulación por las corriente, hasta ahora desconocidas, mientras que los masculinos de orden simétrico se quedan estáticos.
También se concluye que los masculinos de orden semi-simétrico, y asimétrico tiene que acompañar su espera con nados de 45º grados con el fin de formar corrientes y atraer cuerpos simétricos, y semi-simetricos (el que no cuerea no culea), se descartan nados para cuerpos asimétricos.
Se concluye lo siguiente:

Figura 4 – Cuerpo semi-simétrico, se le da.

· Cuerpos simétricos femeninos: se los lleva la corriente.
· Cuerpos semi-simétricos femeninos (ver figura 3): corren más lento ante la corriente.
· Cuerpos asimétricos femeninos: No corren ante la corriente, se comportan como cuerpos simétricos masculinos. Ver demostración de Adrian Murrillo.
· Cuerpos simétricos masculinos: esperan la llegada de cuerpos simétricos y semi-simétricos femeninos, si necesidad de formar corrientes.
· Cuerpos semi-simétricos masculinos: tiene que formar corrientes en un ángulo de 45º grados con bastante fuerza, ya que las corrientes formadas naturalmente, ver demostración de Eddie Marchena, son muy débiles.

Las Mareas y sus Corrientes debido al calentamiento de las Aguas por Atracción de Polos Apuestos
Eddie Marchena

Figura 5 - Jumín Gomae Terna demostrando porque los cuerpos caen en estado de invernación etílica (Teoría del alargue de la vida de cuerpos sumergidos en el Alcohol).

Lo hasta ahora demostrado no explica como los cuerpos simétricos masculinos forma espontáneamente corrientes que atraen cuerpos femeninos simétricos y semi-simétricos. La existencia de nuestra humanidad radica en la atracción de cuerpos de sexo opuesto (o complementario) . Las corrientes marítimas se ocasionan de dos maneras:


· Cambio brusco de temperaturas.
· Magnetismo de seres con polaridad opuesta.

La primera hipótesis fue demostrada, por lo que no interesa para el presente estudio. La segunda hipótesis es la formulada por mi persona, ante la incógnita de la formación de estas extrañas corrientes. Se llegó a conclusiones que no dejan de lado la primera hipótesis (cambios de temperatura). La atracción de cuerpos de sexo opuesto simétricos forma un campo magnético que caliente el agua, el cual a su vez forma corrientes tradicionales, antes “misteriosas”. Se concluye lo siguiente:


· El grado de magnetismo es proporcional al grado de simetría (sea masculina o femenina).
· Los asimétricos no forman magnetismo, a no ser que sea con otro asimétrico.


Figura 6 -
Muestra tomada para el estudio.



Porque los Cuerpos Asimétricos Femeninos se Comportan como cuerpos Masculinos
Adrian Murillo

Figura 7 - Cuerpos simétricos despues de ser atraidos por cuerpos asimétricos femeninos con comportamientos simétricos masculinos.

Se ha constatado que los cuerpos asimétricos femeninos se comportan como cuerpos masculinos (sean simétricos, asimétricos o semi-simétricos). Estas corroboraciones se hicieron con una muestra de al menos 213,3 mujeres asimétricas (la sumatoria se hizo contando las mini-coupers como porcentaje de mujer desarrollada es decir, 0,2 es un dos por ciento de una mujer normal), la desviación estándar es de 3,1, lo cual resulta un acercamiento muy real. Del estudio se concluyo que:

• Las mini-couper’s simétricas se comportan igual que las simétricas enteras.
• Las nicas guapas se consideran mujeres semi-simétricas.
• Las asimétricas son hostiles, y tienen comportamientos muy primitivos.
• Algunas simétricas frecuentan con asimétricas para mantener el equilibrio (teoría de la antimateria).