una flor nace muerta.
Lo sé, por su olor a nostalgia romántica.
La resurrección es fracaso seguro,
lo romántico ha dejado de alegrarme.
Abro la puerta, las ideas resplandecen,
te veo tras la puerta, escondiéndote,
acariciando románticamente mi paranoia,
camino temporal de mis sentidos,
eres lo más lindo del mundo,
te amo más que nadie,
mentiras, mentiras,
para llevarte de la mano,
sin ningún precio.
Que muera el romanticismo, para poder verte como eres, simple humana, con defectos y virtudes, naturalmente imperfecta. Así como cuando te levantas mal oliente, despeinada, y esa mirada de niño malcriado, muy lejos de esas mentiras románticas, que forman conceptos separados de ti, de alguien que no existe. Ya no pienso como antes...