jueves, febrero 21, 2013

La agricultura y el hombre



"(...) la vida pastoral, o más en general el nomadismo, constituye
la primera forma de los modos de existencia, en la cual la tribu no
se instala en una sede determinada sino que aprovecha para el pastaje
lo que va encontrando -pues lo hombres no son por naturaleza
sendetarios- (...), en consecuencia, la colectividad tribal, la entidad
comunitaria natural, no aparece como resultado sino como supuesto
 de la apropiación colectiva (temporaria) del suelo y su utilización."
(Karl Marx, "Formaciones Económicas Precapitalistas")


Caminabamos y caminabamos largos caminos,
nuestras ganas de estar juntos y contarnos
cosas al oído, cuando me tocaba la guardia,
mientras besaba tu cuello sucio,
te susurraba al oído para escuchar los grillos,
cuando hoy no estabas conmigo pero estábamos
juntos, aunque satisficieras tus deseos carnales
con otros, aunque entregaras tu cuerpo a la lujuria
siempre disfrutaba ese olor tuyo, sentada a mi lado
en esta rutas interminables, de luchas y desdichas,
dormíamos todos juntos, nosotros abrazados
para luchar contra este frio sin el fuego perdido
cuando extraño esos bellos paisajes,
esos animales preciosos que nos visitaban
que nos decían que es difícil vivir acá
aunque que sé que nuestros hermanos y hermanas
mueren a cada instante, siempre te tendré a ti
o a cualquier otra compañera de viaje.

Pero descubrimos estas asombrosas plantas,
y esta mano extendida, estos órganos suplementarios,
y te veía estudiar todas las noches la mejor forma de vivir.
Te veías tan bella, tan humana que mis nostalgias de viajes
mis ganas de ver aquellas cataratas y animales exóticos
simplemente desaparecieron por tus asombrosas chispas
tu forma excepcional de brotar de ti la vida de nuestras vidas.

Mujer de todos y de nadie, mujer madre y amante de todos.
Nunca tuve tu chispa, tus habilidades de inventar lo imposible.
Reproduces nuestra especie y a la vez eres científica milenaria.
Nos dedicamos a la tierra y nos quedamos para siempre,
la tierra nos dió todo, nos dió nuestra unión de humanos
y nos quedamos acá, para cuidar nuestras vidas,
dejamos nuestras aventuras y viajes contantes
y encuentros con nuestros amigos en la selva
aunque no entendíamos ni papa de lo que nos decían
siempre encontrabas la forma de extender nuestras manos
siempre tuviste la chispa de enseñarles nuestros descubrimientos
porque sabías que nuestra solidaridad está escrita en nuestra sangre,
porque dejamos de evolucionar nuestra carne,
porque nuestros órganos no son ya más que objetos hecho por nuestra manos.

Sabes, nuestro amor es un amor de todos y de nadie.
Pero tengo un terrible sentimiento de tristeza,
siento en los más profundo de mi ser que estas tierras,
este sedentarismo nos hará proteger nuestros frutos,
porque nuestro trabajo tiene un sentido temporal y es de todos,
y nos veremos en la necesidad de buscar ayuda externa
o protegernos hasta morir de otros codiciosos
que querán tenerlo todo sin hacer nada,
poseer nuestros frutos colectivos,
por la simple miseria de mantenerse vivos.

[inicio de la lucha de clases]

martes, febrero 19, 2013

Revolución alemana


«decenas de miles de trabajadores esta­llaron en salvajes gritos.
Jamás he vuelto a ver una cosa por el estilo. Hasta bien entrada
la tarde, los obreros y los soldados del Ejército rojo desfilaron.
La revolución mundial había llegado. La masa del pueblo oía el
férreo eco de sus pisadas. Nuestro aislamiento había terminado» 
Radek (sobre la revolución alemana, en Rusia)


En la vida de medias sucias y miradas quebradas
en la respuesta seca y áspera del pan duro
en el frio quebrantado de seriedades miserables
tengo el recuerdo de tus gritos secos de nevera.

Cuando intento mirar el sol y el cielo azul
desde mi nueva carne renacida por el temor
de los balazos escondidos del medio desigual.

En estas calles oscuras que las quema el calor
de tu ausencia, en esta tierra quebrada
por la tristeza de la semilla que agoniza,
desde acá, desde los recuerdos de tus zapatos.

Estoy imaginándote en el sumo del ron caliente
de caña de azúcar, calentando el momento
oportuno del asalto al poder desde el alcohol,
que hacen de tu insolencia, de tu cara seria
un orgasmo humano de liberación.

Te veo como mirándome con desprecio
pero en el fondo eres tan sincera que me alegras
la noche confusa de palabras ambiguas
por mi falta de lectura, que solo me permite
plantear el problema desde acá
saliendo de las pieles nacionalistas,
de estos Estados conservadores que
engañan a la verdadera alegría compartida.

Estoy en mis peculiaridades periféricas,
con el desprecio categórico a la comodidad
de tus perfectas calles, ordenes, y trenes,
dándome cuenta que eres bella porque
estás metida en cada asiento con la mirada
perdida en la esperanza del amor imposible.

(calentando en las noches interminables,
en los besos nocturnos, y caricias derrochadas,
el verdadero cambio económico de tu vida
resultado de la belleza del amor mundial)

Te levantas disparándome conciencia
como sino no fuera un coherente interprete
o aprendiz de la realidad humana,
es decir: como sincero marxista latinoamericano,
tan minoría como el amor puro
que tuve en ese cuarto diminuto
en donde la revolución se ahogaba con el tiempo.

En un jardín lleno de rosas rojas
y claveles liebknecos que explotan
a la socialdemocracia de la misma forma
como el que deja un vicio mortal
en la historia humana,
de la explotación de la codicia
de la guerra imperialista del odio
contra la tristeza de la frustración
del tiempo que pasa lentamente
y no estalla la alegría,
solamente en estas calles
solamente en Berlín se respira
con alevosía, entre el cielo gris
y tu sonrisa fingida
en la toma de dos o tres
periódicos, en el asalto
a tu falta en medio de este frio de asfalto,
que me calienta la imaginación,
de seguir la pisada de las tres eles,
de las pisadas del viejo barbudo alemán
y tenés esa expresión en tu cara
como sino tuvieras la sangre cara
la fuerzas de ser categóricamente
coherente con tus impulsos humanos consecuentes.

Sigo muy fijo en mis "principios",
el adiós a los frentes únicos
y partiduchos parlamentarios
y todas esas cosas humanas
que hacían ver historia nacer muerta
en tus formas de decir la verdad mintiendo
y yo sin la tristeza de escondernos en los cimientos
en las sabanas de los contratos oscuros,
escupiendo los acuerdos de Rapallo tuyos
escritos en cuatro puros de la derrota.

Estas tan inconsciente de tus reflejos conchos
de tu historia en tus venas alemanas,
en que la tristeza camina contra la revolución
que mi simple sentimiento de derrota de 500 años
expresada en la más débil actitud sombría
de defensa inútil ante el supuesto insulto
de tu carne, de tus pechos de algarabía
me doy cuenta que estoy colonizado
por tu olor de recuerdo ensangrentado
y propongo irme más a la izquierda
como si fuera un enfermo infantil.

Yo sé que odias el muro de la vergüenza.
Yo sé que confías en aquellos seres sensatos.
En los que desde el interior de la degeneración
ven la luz artificial de un porvenir que nunca llega.

Ese hombre tan vivo como la valentía del amor sincero,
que desciende de una gloria barata, de un tren
y les dan unas flores de triunfalismo falso
que decide creer en la posibilidad del inicio de la historia
que confía en la clase proletaria organizada en colmenas mundiales
no por el hecho de imponer la palabra en sus bocas mentales
sino porque la humanidad despertaba con sueños de esperanza
y él, como lector humano logra ver la democracia obrera,
tan viva, como la ganas de tomar las armas del amor sin frontera.

Pero no, triunfó la codicia, triunfó la unión de la vergüenza.

Y la miseria, creció del tamaño de un partido sin corteza.
Y metieron en una caja pública a los restos del lector de la belleza.
Y sin embargo, nacieron flores nocturnas en la tristeza.
Y pasaron los años, y nos mataron la risa,
Y desde la cornisa de las salas, de los barrios,
el fantasma fue cazado con la lucha inter-imperialista.

Entonces, cuanto te veo tu crisis existenciales,
cuanto veo nuestras manos de intentos parciales,
cuanto te veo dormir en tus ganas ver la brisa y las estrellas,
y agarro de mi estante de palabras una estela roja
que me susurra en la mente de hombre,
que nuestros intentos de vivir el horizonte,
me dan las ganas necesarias para repetir la vida
en una tristeza acompañada de nuestra ira.

Yo veo nuevos intentos de revoluciones alemanas,
nuevas formas de interpretar la historia que se emanan.

Compañera, amiga, sigamos siendo hormigas suicidas.
Tomemos nuestras sillas y escribamos poesías.
Escribamos palabras para denunciar la injusticia de la plusvalía.
No para entregar un plato de palabras podridas,
sino para ser expresión viva de nuestra vida.


Yo sigo pensando en los dolores profundos que me provocaste: revolución alemana...

miércoles, febrero 06, 2013

Segundo día sin dialéctica



Estaba metido en mi salsa
cuando de repente
una figura extraña
me rechaza como si fuera
un simple hule viejo
de llanta de frontera
y me pongo a imaginar
esas caras de compas
en fiesticas de Zapote
tristes como el aguinaldo
violado de diciembre
y acá, como si no fuera
de la clase obrera
tengo el corazón
destrozado
por un mar de pobre
que me calienta
los pensamientos
acá soy un simple
pensamiento abstracto
me siento solo como
un simple banco frio
vos allá pensando
en el último sufrimiento
de besos inconclusos
me doy cuenta que no
puedo ser querido
con amor alemán
sino con locura
latina de domingo
de ceviche de escusa
barata de acompañamiento
estoy más solo que
aquella banca maldita
en donde escupo la finura,
la tristeza de los metros medidos
estoy pensándote en un puerto
lleno de huecos mortales
yo acá como simple
mortal en gota
de agua de aceite
te pienso como si fueras
una bomba de agua
pronta a reventar el corazón
triste de simple humano barato
de calles latinoamericanas
en donde el guaro vaquero
te roza las mejillas de tugurio
yo acá en la galaxia paralela
te escucho pensar en otro
mientras se me desintegran
los argumentos de hombre
sensato feministas
trato de pensar en el día
atrasado de amores
en aquella alemana
que  me trató
como un simple instrumento
vos allá pensando en un revuelta
yo acá triste como un frustrado amanecer
de domingo rojo
trato de sobrevivir sin tu sabia.