Te veo a espaldas,
en tus párpados cerrados que caen
como hojas de invierno,
navegando por ríos de pavimentos,
con ese olor a tierra y humo.
Tengo los pies mojados
y se me esponja el alma,
tengo frío cuando llora el cielo.
Hoy apague la alarma,
me tiré desnudo al suelo,
me arrastré con mis uñas,
hasta que el agua pudo más.
Te escribo esto hoy que el día llora,
cuando mas quiero cambiar el mundo,
cuando quiero romper las cercas,
tomar la ciencia en mis manos.
Porque el mundo es triste,
llora y hace frío.
Te veo como una luz tras la luna,
estrellado cuerpo, ojos vespertinos.
Hueles a pequeña mujer con arma,
destruye corazones,
con tu ametralladora de lengua,
yo asustado caigo baleado.
La presión sale como sumo de suspiros,
los ojos melancólicos se confunden,
esconden su tristeza bajo lágrimas,
mojan mi alma oscura, tímida.
Siento el corazón en los pies,
tropiezan mis pasos,
leo la ciencia de los hombres,
se que estoy vivo,
se que tengo razones suficientes
para llorar por Egipto,
para sentirme obrero en Túnez.
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