Está mi caja vacía, mi cascara devastada
la dejé irse con el viento, la dejé correr libre
me arrancó todo mi relleno, me lo sacó
a punta de palabras, palabras apocalípticas.
Estoy solo conmigo, y el recuerdo de ella.
Estoy con esa sonrisa gravada, ese aroma.
Esa pequeña vida, que me saca lágrimas.
Lágrimas de niño, lágrimas de colera,
lágrimas que irritan mi existencia.
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